Hijo de la prohibición. Tus padres desobedecieron la primera ley de la Letanía, "Un Bastet no se apareará con otro Bastet", y ahora sufrirás las consecuencias. Por muchos considerado un monstruo, una degeneración, eres, cachorro, discriminado, odiado, marginado; por tros, no obstante, eres respetado. La mayoría ignorará tu raza. Después de todo, no se te puede culpar por lo que hicieran ts padres. Tu propia existencia va en contra de la Ley, y sin embargo, tu raza es la que más conoce la verdadera esencia Bastet. Conoces demasiado bien el lado oscuro de los Bastet, incluso éste se manifiesta físicamente en ti, a la vez que estás mas cerca de la comprensión de aquello que te rodea.

A pesar de que Selene te ha marcado, los metis son los que más fácilmente la comprendéis, pues habéis crecido con ella de la mano, desde pequeños inmersos entre tus hermanos Bastet, escondiendote de ambos mundos, del humano y del felino, ya que quizá tuviste la mala suerte de, en vez de realizar tu Primer Cambio tempranamente, quedar atrapado en Crinos hasta la adolescencia, pero aprendiendo de ambos. A pesar de todo, sí que fuiste afortunado de ser criado por un Kuasha que consintiera a los Metis, y eres ducho en las tradiciones y rituales de la sociedad Bastet, más que ningún otro de otra raza.

Sin embargo ese don tiene sus consecuencias. Según algunos, tu cuerpo exhibe la desaprobación de Selene, según otros, es la corrupción de la Letanía. Pero aun así, tu raza es la más sabia, la más conocedora de sí misma. Naces Metis, y tu forma original es la poderosa Crinos, y a pesar de que seas un marginado, muchos recurrirán a ti y serán pocos los que se nieguen a enseñarte nada. Al menos, los metis no sufren esa confusión y desorientación inicial que sufrimos tanto los homínidos como los felinos. Fuiste adiestrado desde muy pequeño y dominas los pensamientos homínidos (abstractos) y los pensamientos felinos (instinto salvaje).

El resultado de la unión de dos Bastet está irremediablemente ligado a que el cachorro presente una deformidad física en muchos casos evidente, de la que jamás podrá librarse. El personaje metis comienza el juego con una deformidad a elección del jugador (ver deformidades), algunos ejemplos son: ciego, lampiño, albino, carencia de olfato, un sistema inmunológico débil, joroba, cuernos... Además, debido a que su forma original es la Crinos, la más vinculada a Selene, los personajes metis no pueden absorber, como el resto de las razas, el daño producido por plata cuando estan en su forma natural, y sufren constantemente alergia a la plata (por contra, poseen sus poderes de curación en todas las formas).