Nació en una familia humilde de Bremen. Franzeska perdió a su madre a los 8 años y su padre estaba a menudo fuera de casa, "trabajando". Habiendo crecido sola y faltado mucho al colegio, su vida no era fácil debido a la falta de recursos.

Cuando el primer cambio le vino al comenzar su adolescencia, Frazeska no se sorprendió demasiado: su padre era un heroico guerrero Fenris que había estado toda su vida luchando contra el Wyrm. Después de recibir la instrucción como Cliath, ella decidió abandonar el fanático clan al que pertenecía su progenitor. Ofendido, su padre renegó de su hija fracasada y continuó su cruzada personal contra el Corruptor junto a su fiel manada Fenris, hasta que cayeron en una trampa y fueron exterminados por un grupo de vampiros neonatos.

Franzeska llegó al clan de la Salamandra por recomendación de uno de sus contactos y pronto trabó amistad con Anika, la líder. Ocupó el puesto de Theurge y se ocupaba de sanar a los heridos y asistir en las ceremonias tribales. Por su comportamiento tranquilo y bondadoso, se ganó el apodo de "Mamá Franzy", aunque a ella no le hiciese mucha gracia.

Ella murió en el incidente de la Casa Salamander, asesinada por un torrente de energía espiritual que lanzó sobre ella Aghoderitenimon. Su legado será recordado por el clan de la Salamandra como una de las Theurge más bondadosas que existió en la faz de Gaia.

Franzeska fue una Fenris curiosa: prefería utilizar la palabra antes que sacar su daga Fetiche. Al entrar en combate, lo hacía de manera pausada y firme, sin dejarse llevar por la locura de la rabia. El ejemplo de su padre aún resuena en su cabeza.