Información Apae, o el Creador, es un ser trascendente de origen sumerio. Hace miles de años era el aprendiz de chamán en una aldea a la sombra de Babilonia; su mentor, Ugnak, un antiguo vampiro, le adiestró para ser su sucesor. En realidad, Ugnak quería trasladar su alma al cuerpo del chico y así volver a ser mortal, pero el destino quiso bendecir a Apae con la inmunidad a la sangre y magia vampírica.
Tras eliminar a su mentor y embadurnarse con el poder de la sangre, a la que Apae llamaba "Sangre de los Antiguos", encontró información sobre unos misteriosos templos en los aposentos de Ugnak. Llevando a una expedición hasta el templo más cercano, fue atacado por otro vampiro, Pantemos, que casi lo asesina por confiar en sus inmunidades. Fue salvado por uno de sus acompañantes, pero el mal trato que Apae daba a sus aliados hizo que éstos le abandonasen, herido y atado en el templo del desierto, tras consumir la sangre del vampiro muerto.
Con muchísima dificultad, Apae logró masticar la sangre que quedó en la arena y poder utilizar el poder de esta para curarse. Colérico por la traición de sus compañeros, investigó el lugar para ver si encontraba algo de utilidad. La casualidad volvió a su vida y descubrió un altar-nexo entre el templo en el que se encontraba y el Santuario de las Puertas del Cielo, a cientos de kilómetros al norte. El joven aprendiz viajó a través del espacio y llegó al Santuario enterrado en las nieves de Siberia. Allí, traspasó el umbral de las Puertas del Cielo, alcanzando la trascendencia a través de la información que se encontraba al otro lado.
Apae se vengó de sus antiguos aliados por la traición, siendo terriblemente brutal y despiadado. También acabó con las no-vidas de Tekles y Seisha, aliados vampíricos de Ugnak. Queriendo conocer por qué se le otorgaron tales dones, atacó la ciudad de Babilonia con un ejército de bestias abominables. Cuando logró coaccionar al Rey de Babilonia para que le permitiese construir una torre tan grande que "violaría al cielo", unos seres hechos de luz, que portaban túnicas blancas aparecieron en la Sala. Con un misterioso poder, encerraron a Apae en una prisión de sombra, condenándole por toda la eternidad. Uno de ellos se quedó de carcelero con Apae.
Después de siglos de encierro, Apae corrompió a su carcelero y verdugo. Le convenció para adoptar un aspecto humano y permitir la creación de seres cuasi-trascendentes, a los cuales Apae llamó "Estigmas, las heridas del planeta". Lo primero que Apae comandó a sus nuevas sirvientas fue encontrar el modo de liberarle, ya que ellas pudieron abandonar la prisión sombría. El carcelero, al darse cuenta de lo que hizo y al no recibir respuesta de sus antiguos compañeros, asumió el nombre de Erik Angelus y desapareció en la sociedad vampírica. Mientras tanto, las Estigmas intentaban encontrar el método de traer a su maestro de nuevo al mundo real.
El Creador ha enloquecido con el paso de los milenios. Ahora no es más que una fuente de energía de odio y corrupción. Los constantes fracasos de sus Estigmas no han ayudado. Se dice que fue quien le otorgó a Mark Harley su inmortalidad.
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