Matilde nació en el seno de una familia humilde de la frontera asturiana. Sin muchos recursos, estuvo trabajando para traer algo de dinero a casa desde los diez años, pudiendo asistir muy de vez en cuando a la escuela del pueblo. Cuando alcanzó la pubertad y los mozos empezaron a andar detrás de sus faldas, Matilda experimentó visiones y sentimientos extraños.

El Primer Cambio le vino con tranquilidad, después de ser rodeada por dos chavales dispuestos a perder la virginidad con ella. Los cuerpos desmembrados de los donjuanes mancharon de sangre el suelo del bosque; las vísceras se escurrían entre los dedos. Matilde estaba confusa e histérica, pero unos brazos amigos la rodearon antes de que comenzase de nuevo a gritar. Su mentor, un viejo oso pardo del Parque de Picos de Europa, recogió a la nueva osezna y comenzó su adiestramiento.

Con el transcurso de los años, Matilde aprendió la cosmología y los deberes de los Gurahl, levantándose como la guardiana de la Cordillera Cantábrica y tomando el relevo de su anterior mentor. Sus habilidades de curación se hicieron famosas por toda la Península Ibérica, llegando a curar ciertas Heridas de Guerra bastante graves.

Matilde, ya conocida como "La Abuela", atendió las quemaduras por Fuego Negro que tenía Víctor Ortega. También recomendó a Iris Martínez que la relación que ambos estaban manteniendo iba a ser peligrosa para los dos.