Llevas una dieta líquida. Por alguna razón, el sistema digestivo humano de tu cuerpo no funciona. Por muy ligera que sea la comida, cualquier cosa sólida que comas te provoca un intenso dolor hasta que la regurgitas. Toda la nutrición es mediante sangre o carne licuada, y necesitas alimentar este apetito mucho más a menudo que un Ananasi normal. <br/><br/> Pierdes un punto de sangre por día automáticamente, tanto si lo has utilizado para otros propósitos como si no. Si tu reserva de sangre baja de tres, corres el peligro de entrar en un frenesí provocado por el hambre (una excepción a la regla que los Ananasi no pueden entrar en frenesí). <br/> Ver o oler sangre te obligará a lograr una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad 5), o te verás obligado a intentar alimentarte de la fuente, e intentarás atacarlo y succionarle todal a sangre que necesitas aunque sea un amigo o aliado. Por cada punto de sangre succionado, puedes hacer otra tirada de Fuerza de Voluntad para salir del frenesí.