Los túmulos son lugares sumamente espirituales que están consagrados a aquellos que los crearon. Cada túmulo tiene asociado un poder específico, generalmente de naturaleza beneficiosa, así que existen túmulos de Rabia, de Gnosis, de Fuerza, de Enigmas, etc. Si un personaje tiene los conocimientos suficientes, puede utilizar el poder del túmulo. Esto se denomina "apertura" del túmulo. Esta acción no debe hacerse a la ligera, pues los túmulos no renuncian a su energía fácilmente y, si comete algún fallo en el control de este poder, el Garou puede sufrir graves daños.

Cada túmulo tiene sus propios requisitos en lo que respecta al Maestro del Rito, que debe demostrar que es digno de las energías del túmulo. Para abrir un túmulo de Enigmas, un Garou debe caminar por un sendero espiral mientras invoca el mito griego de Perséfone. Para abrir un túmulo de Rabia, el Garou debe adoptar la forma Crinos y entonar la letanía de todos sus ancestros que cayeron en la lucha del Wyrm. La clave está en forjar una conexión con el espíritu del Túmulo.

Para abrir un túmulo, el personaje realiza una tirada opuesta y extendida de Astucia + Rituales (dificultad 7). El número de éxitos necesario será idéntico al nivel del túmulo. El personaje debe vencer al espíritu del túmulo para demostrar su valía. El espíritu utilizará el nivel de su túmulo como reserva de dados; su dificultad será la de la Gnosis del personaje y el número de éxitos necesarios, el de su Fuerza de Voluntad. El primero que consiga el número de éxitos necesarios ganará.

Si el personaje gana la prueba, podrá añadir el valor del túmulo a su reserva de dados cuando realice acciones relacionadas con la especialidad de ese túmulo. Sin embargo, si pierde, sufrirá un número de heridas idéntico al número de éxitos por los que ha sido derrotado. Un fracaso indica que las heridas son agravadas. Estas heridas físicas y espirituales las provoca la violenta reacción de la energía espiritual.