Hasta que no se completa este rito, que recarga la Gnosis de su túmulo, no se puede abrir ningún consejo. Durante este rito se emite un aullido prolongado, dirigido por un Garou conocido como el Maestro del Aullido. Este aullido varía según la tribu y el clan, pero siempre expresa la naturaleza única del clan. Todos los hombres lobo presentes deben formar un círculo en el interior del túmulo antes de empezar a aullar. Existen diversas variaciones sobres los requisitos básicos: los Garras Rojas suelen morder sus garras y arañar la tierra con sangre, mientras que los Uktena se van pasando su fetiche más poderoso entre ellos y el que lo recibe une su voz al aullido conjunto. Sin embargo, el aullido siempre tendrá que resonar por todas partes y se tendrá que formar un círculo eterno.

El rito debe realizarse, como mínimo, una vez al mes, para que el túmulo se mantenga bendecido. Durante el transcurso de un consejo, los participantes deberán alimentar al túmulo con un total combinado de cinco puntos de Gnosis por nivel del túmulo, para rellenarlo por completo.