Este rito crea un Puente Lunar, un trémulo portal que hace de medio de transporte místico entre dos túmulos. Los Puentes Lunares son vínculos vitales entre los lugares sagrados de Gaia. Una vez al año, un túmulo debe renovar su conexión con otros túmulos con los que desee mantener Puentes Lunares. Este rito siempre se celebra durante un consejo; los dos túmulos que participan tienen que ejecutarlo simultáneamente. El requisito principal para abrir un Puente Lunar es una Gema Lunar o una Piedra del Camino, como suele decirse habitualmente. Las Piedras del Camino se encuentran en la Umbra y suelen ser los objetos de las búsquedas. Estas piedras extraordinariamente raras son parecidas a perlas planas que tienen, en una cara, la huella de la pata de un lobo. Es posible robar una Piedra del Camino de un túmulo, aunque este tipo de robo se considera blasfemo y puede provocar una guerra entre dos clanes Garou.

Este rito establece (o restablece) una conexión espiritual entre las Piedras del Camino de ambos túmulos, mediante sus espíritus totémicos. Cuando culmina el rito, se abre un Puente Lunar entre los dos túmulos participantes. A partir de ese momento, los Garou de ambos clanes podrán viajar entre los túmulos para unirse a un festejo salvaje. Los Puentes Lunares permiten que los Garou recorran distancias de una milésima parte del tiempo habitual. Este rito debe renovarse una vez cada trece lunas (aproximadamente una vez al año).

La tirada será de Astucia + Enigmas (dificultad 8 menos el nivel del túmulo del Maestro del Rito). El Maestro del Rito podrá gastar Fuerza de Voluntad en la tirada. Si el rito se había celebrado anteriormente sin éxito, la dificultad se incrementará en un punto. El Maestro del Rito tendrá que conseguir un número de éxitos idéntico al nivel del túmulo objetivo para completar el rito. Si el rito se completa con éxito, se abrirá inmediatamente un Puente Lunar y se establecerá un vínculo espiritual entre las dos Piedras del Camino. A partir de entonces, se podrán abrir Puentes Lunares entre los dos túmulos en cualquier momento. Para ello, se podrá utilizar el Rito de Apertura del Túmulo o el Don Ragabash: Abrir Puente Lunar (si se realiza en un túmulo).

Si el rito falla, no se abrirá ningún Puente Lunar y no se podrá volver a intentar este rito hasta que pase un año. Los Puentes Lunares que conducen al túmulo seguirán abietos, pero no serán tan seguros como deberían...
Si el rito fracasa, no se abrirá ningún Puente Lunar y las energías mal manipuladas carbonizarán la Piedra del Camino del túmulo. Fracasar este rito suele conducir a otro rito (El Rito de Ostracismo) que se celebra contra el Garou culpable.