Este poderoso rito crea un túmulo permanente donde se unen el mundo espiritual y el mundo físico. El simple hecho de recitar este rito llama la atención de los agentes del Wyrm y en diversas ocasiones, su celebración resulta mortal. Sólo los místicos y sabios más poderosos se atreven a emprender este cometido.

En la mayoría de los casos se escoge a un poderoso Theurge para celebrar el más sagrado de los ritos. Para poder tener una mínima esperanza de éxito, diversos Garou tienen que cnalizar sus energías a través de un poderoso líder. Se sabe que manadas completas han muerto de agonía, al fracasar en el intento.

En cuanto se escoge el centro físico del corazón del túmulo, la zona elegida debe ser purificada de toda corrupción y todos los Garou que participen tienen que someterse al Rito de Purificación. Para emprender esta terrible tarea, el Maestro del Rito realiza una serie de rituales menores, meditación y otros preliminares físicos.

Para celebrar el rito, es necesario designar centinelas (normalmente los personajes de los jugadores), pues los agentes del Wyrm intentarán interrumpirlo. Para realizar esta misión sólo se escogerán a los guerreros más poderosos, pues su protección será crucial para que el rito pueda completarse con éxito. El líder del rito estará indefenso cuando entone una larga letanía de versos destinados a atraer a un gran espíritu hacia el nuevo túmulo. Aunque es posible crear un tipo específico de túmulo, la mayoría de los líderes dejan que sea Gaia quien decida y aceptan el túmulo que les concede.

Este rito debe celebrarse entre el crepúsculo y el amanecer, cuando la luna esté en fase creciente. Sólo los Danzantes de la Espiral Negra crean túmulos cuando la luna está en fase menguante.

Este rito requiere una tirada extendida de Astucia + Rituales, aunque el líder sólo podrá utilizar el mismo número de dados que su puntuación de Gnosis. La dificultad inicial será de 8 y se reducirá en un punto por cada cinco Garou (aparte de los 13 necesarios) que participen en el rito y gasten Gnosis. Serán necesarios 40 éxitos. Sólo se podrá efectuar una tirada por hora de duración del ritual.

Debido a la enorme cantidad de Gnosis que se necesita para crear un nuevo túmulo, en este rito deben participar, como mínimo, 13 Garou, uno por cada luna del año. El Maestro del Rito, independientemente del número de Garou que le ayuden, tendrá que canalizar la poderosa corriente de Gnosis por su organismo una vez por hora. Este rito debe celebrarse durante la noche, por lo que, en la mayoría de los lugares del mundo y en la mayoría de las épocas del año, el Maestro del Rito sólo dispondrá de ocho tiradas (una por hora) para cumplir su cometido. Esto hace que sea poco probable que el rito culmine con éxito. Si el rito falla, todos los participantes sufrirán cinco heridas, que aunque no serán agravadas, serán muy dolorosas y dejarán peequeñas cicatrices en forma de lágrima diseminadas por su cuerpo. Los Garou consideran que estas cicatrices son marcas de valentía y suelen realzar estas "Lágrimas de Gaia" con tatuajes o dibujos que muestran con orgullo. Los Garou afirman que las cicatrices las provoca Gaia al llorar por el dolor de sus hijos.

En cuanto el líder consigue el número de éxitos necesario, todos los que participan en el rito deben contribuir con puntos de Gnosis (se necesitan 100). Si el total de Gnosis disponible no llega a 100, los participantes comenzarán a sufrir heridas agravadas, Cada herida contará como tres puntos más de Gnosis para el total.

Los fracasos en las tiradas de este rito son especialmente letales. Todos los personajes implicados sufrirán siete niveles de salud de daño, hecho que significa que incluso un Garou que tuviera un estado de salud perfecto al principio quedará Incapacitado. Los Garou que acaben con un nivel de salud inferior a Incapacitado sufrirán Cicatrices de Guerra (véase págs. 189-190).

Si se consigue la cantidad mínima de éxitos (40), el túmulo tendrá el Nivel Uno. La Celosía de esa zona será de 4 y los espíritus vinculados al túmulo conocerán poderes aproximadamente iguales a los Dones del Nivel Uno. Por cada cinco éxitos adicionales se incrementará el nivel del túmulo en uno, al igual que la magnitud de los poderes que confiere el túmulo. Con Nivel Tres, la celosía de la zona serça de 3, mientras que con el Nivel Cinco, será de 2. Inmediatamente después de culminar con éxito el rito, el Maestro del Rito deberá sacrificar el mismo número de puntos de Gnosis permanente que el nivel que tenga el túmulo.

Si un personaje asume el papel de Maestro del Rito y tiene éxito, recibirá tres puntos de Gloria, cinco de Honor y siete de Sabiduría. Cualquier otra persona que participe en el rito recibirá cinco puntos de Gloria y tres de Honor. Se trata de una tarea legendaria que merece una justa recompensa.