Salamandra ya no tiene la gloria que gozaba en edades más antiguas. Siendo un espíritu reptil, goza de la adoración de algunos Mokolé, pero su presencia entre las manadas de Garous ha ido decreciendo hasta ser prácticamente inexistente. Por ello, escupe llamas de lamento y pena mientras repta por los pozos de lava de la Umbra.

Las manadas que elijan a Salamandra como su Tótem gozarán de la gratitud de ésta. Salamandra dará a sus Hijos un dado extra en Armas de Fuego y dos en Sigilo. Además, les enseñará el Don Maestro del Fuego para que sus llamas no les dañen cuando Salamandra les bendiga.

Por último, los Hijos de Salamandra pueden comprar el Don de Metis Crear Elemento a un coste de 3 puntos de experiencia.

Salamandra no prohíbe nada a sus Hijos, tan sólo pide que se hable más de ella y se incremente su popularidad. Ciertos clanes considerarán esto molesto y puede provocar que los Hijos de Salamandra pierdan puntos de Gloria y Sabiduría si hablan de su Tótem demasiado (esto queda a discreción del Narrador).