Los Ananasi que utilizan este rito pueden crear una simple telaraña que funciona como un mecanismo de grabación. El tejido se activa con el sonido y simplemente registra y almacena hasta una hora de sonidos, de forma similar a una grabadora. Luego, el tejido puede "reproducir" el sonido en cualquier momento, e incluso puede transportarse antes de ponerlo en marcha.

La telaraña es lo bastante sensible e "inteligente" para no registrar sonidos arbitrarios, sino sólo lo que hay que registrar, como conversaciones o sonidos específicos, como los de los búhos o los lobos. Lo demás funciona como un rito místico corriente.