Apariencia



Parece una inocente joven de unos dieciocho años, de un precioso pelo largo rubio y adornando su pequeña cara, unos ojos azules brillantes muy bonitos. Aparenta ser de procedencia nórdica, aunque es bastante bajita. Lleva su frondoso pelo recogido en una coleta y suele vestir de forma bastante pija.

Suele ser siempre muy alegre al tratar con la gente; a pesar de tener un destino terrible, se toma las cosas con bastante optimismo.



Historia



La existencia de Kate es un error; y ella lo sabe. Ella es el resultado de varios experimentos realizados en el proyecto Amanecer Tardío (liderado por Custod Aeson y Jan Nevershire) para poder concebir Metis sin ningún tipo de deformidad. Su nacimiento provocó una gravísima disputa entre los dos líderes del proyecto, ya que había resultado fallido; la pobre cría no podía asumir su forma de guerra (Crinos) y, tras varios análisis de ADN y espirituales, se descubrió que la recién nacida padecía una terrible enfermedad que la haría envejecer más rápido que cualquier otro Metis común.

Su madre, una Fenris que se ofreció a cambio de protección por los Moradores del Cristal, fue ejecutada unos días después de que diese a luz para proteger posibles pruebas. Los orígenes de su padre se desconocen, aunque posiblemente fuese una recolección de genes seleccionada cuidadosamente por los integrantes del proyecto.



La pequeña Kate creció durante un año a una velocidad anormal, aunque al cumplir los catorce meses empezó a desarrollarse más lentamente. Fue educada como un sujeto de experimentación; expuesta a diferentes pruebas, cada cuál más cruel, su mente parecía no deteriorarse, ni siquiera tuvo indicios de suicidio.

Custod, uno de los que supervisaban los experimentos, se encargó de que no la investigasen más, alegando de que sólo era un error y que seguir experimentando con un fallo robaba el tiempo de poder realizar algo que no lo fuese. En realidad, Custod había cogido algo de afecto a la desdichada Metis, por lo que se puede corroborar que en realidad él fuese el padre. Durante unos meses, Kate era educada por Custod en secreto; él la enseñaba a comportarse cómo una humana y los misterios de sus experimentos. En ocasiones, Custod llevaba a la cachorra en alguna de sus misiones, ya que, a pesar de no poder asumir su forma de batalla, demostraba ser bastante útil en temas relacionados con la infiltración.



Ésta feliz relación entre padre e hija fue interrumpida por una pelea entre Custod y Jan, en la que Custod salió muy mal parado; Kate logró rescatar su cuerpo y cuidarlo lo suficiente como para que Custod no muriese. Durante un par de meses, ella y Custod estuvieron lanzando pequeños ataques contra los laboratorios de Jan en Arizona, con la esperanza de poner fin a sus experimentos. Aunque Kate supiese que todos sus esfuerzos iban a ser en vano, ya que le superaban en número y maquinaria, nunca perdió la esperanza de poder ayudar a la única persona que le trató cómo una humana.

El siguiente encuentro que tuvo Custod con su antiguo camarada Jan fue perdido por éste último, aunque al valiente Ahroun le costase perder la capacidad de hablar debido a una cicatriz enorme que tapa gran parte de su cara.



Después de estos encontronazos, Kate empezó a buscar aliados entre los restos del proyecto Amanecer Tardío. Un lupus humanizado producto de los primeros experimentos de Custod, llamado Rufus Sentinel, se ofreció a ayudar la pequeña resistencia formada por los dos Moradores del Cristal. También localizó a Hal Jackson, un joven Theurge que había llegado al proyecto unos cinco meses antes.

Una vez todos reunidos, Hal realizó el rito del Tótem para formar la Manada del Viento de Acero (Kaze no Hagane) con el tótem Concorde, y comenzaron a reunir recursos y aliados para evitar su destrucción, ya que el equipo de Gactech Corporation, que financió todos los gastos del proyecto Amanecer Tardío, quería ver a todos los supervivientes muertos.

Tras cinco meses de persecución por todo Estados Unidos y después de que Hal perdiese la vida en un enfrentamiento contra Gactech, la manada decidió simular su muerte gracias a una idea de Rufus y abandonar el país.



Alcanzaron las costas españolas, más concretamente en Bilbao, completamente agotados y sin muchas fuerzas. Gracias a las habilidades de Kate componiendo música electrónica, la joven Metis se forjó una pequeña reputación entre las discotecas de la zona y, gracias a estos ingresos, Custod podía comenzar a reconstruir sus miembros perdidos y mantener a la manada de una manera más o menos digna. Compraron un piso que Rufus había encontrado cerca de un complejo industrial de Getxo y allí empezaron a formar lo que sería el nuevo proyecto Amanecer Tardío.

A pesar de que ni a Kate ni a Rufus les gustaba que Custod retomase sus investigaciones, él argumentaba que poder concebir Metis sin deformidades ayudaría a la nación Garou a luchar contra las fuerzas del Wyrm en el Apocalipsis.



Un día, Kate notó cerca del piso dónde vivía una extraña emanación de energía espiritual. Se extrañó bastante, ya que ella no era una Theurge y no podía percibir ese tipo de energías con tanta facilidad, así que se lo comentó a sus compañeros de manada y decidieron investigarlo. Descubrieron un impresionante complejo subterráneo debajo de una nave industrial, que posiblemente fuese el túmulo de un Clan desaparecido hace años. Custod conoció al espíritu de un Adren Theurge, Morador del Cristal; gracias a que Custod lo liberó, el Theurge accedió a convertir la horrenda cicatriz de su cara en un fetiche poderoso. Kate también aprovechó para cumplir su función de Galliard y obtuvo del espíritu bastante información sobre el desaparecido Clan de los Jinetes de Hierro, antiguos Moradores del Cristal.



Al parecer, el Clan desapareció debido a unas especulaciones sobre que estaban corrompidos por la Tejedora completamente y un pequeño clan Fenris que poblaba los montes vascos atacó el túmulo urbano en una batalla en la que casi todos los Garous vascos murieron. Los supervivientes huyeron a Cantabria, Asturias y demás comunidades cercanas, jurando no volver nunca más a Euskadi.

Después de estas revelaciones, Kate y Custod se pusieron de acuerdo en reabrir de nuevo el túmulo y en formar un Clan. Posiblemente tendrían varias peleas con los Ratkin del lugar, únicos Fêra que demostraban estar en la zona, pero nada de esto les iba a evitar cumplir su objetivo.

Kate sabe que le queda poco de vida, y quiere gastarlo en conseguir una supuesta paz, que aunque sea una utopía, es algo por lo que merece la pena luchar.