Hace milenios, los Hijos de Caballo cabalgaban en comunión con sus aliados Garou. Sin embargo, la Guerra de la Rabia llegó y el Wyrm se aprovechó de esto. Sus agentes exterminaron a gran cantidad de Abraxas, devorándolos sin compasión, mientras los hombres-lobo iban asesinando a cualquier raza cambiante que osase llevarles la contraria.

Un pequeño clan compuesto por hombres-caballo de la tribu Nhurim, que habitaba por la zona que en la actualidad es Los Ángeles, pudo mantenerse al margen de la terrible masacre que estaban sufriendo los Fêra y Gaia. A pesar de todo, el Wyrm pudo localizarlos y envío a una criatura deforme y putrefacta a terminar con ellos. Otro clan cercano de Uktena sintió el despertar corrupto del monstruo y decidió investigar, acusando erróneamente a los Nhurim de ser los responsables de traer a la criatura a éste mundo.

Mediante un ritual olvidado ya, los Uktena encerraron al monstruo del Wyrm y a los últimos Abraxas en las entrañas de Gaia, creando un sello espiritual lo suficientemente fuerte como para que su encarcelamiento fuese eterno. Desde ése día, el espíritu de Caballo fue cayendo más y más en las fauces del Corruptor. Al igual que haría Murciélago en un futuro, una escisión del poder de Caballo se unió al Wyrm y se convirtió en lo que sus hijos más odiaban.

Ahora que ha sido liberado, Caballo Réprobo cabalga con odio, dejando a su paso llamaradas verdes de corrupción. Viola y destroza todo lo puro, relinchando con dolor la historia de su tribu caída.

Caballo Réprobo corrompe a sus bastardos con la energía del Wyrm; para que se sientan repletos de vitalidad, les da dos dados más en las tiradas de Resistencia y Atletismo. Otorga tres puntos en Pelea y en Trato con Animales, para que sus esbirros se defiendan y se alíen con otras criaturas contra Gaia y los Garou. Todos los bastardos de Caballo Réprobo recibirán una resistencia inagotable, no cansándose nunca hasta la muerte definitiva de su cuerpo.

Caballo Réprobo obliga a sus seguidores a destruir todo lo que pueda tener un aura diferente a la del Wyrm. Los bastardos de Caballo Réprobo enloquecerán irremediablemente, al igual que cualquier ser que sirve al Wyrm, pero éstos en concreto adquirirán el Trastorno: Ninfomanía obligatoriamente. Caballo Réprobo disfruta rompiendo la inocencia de la humanidad o la dignidad de un Anciano hombre-lobo.

Caballo Réprobo no acepta Garous bajo su bendición, aunque sean Danzantes de la Espiral Negra.