La especialmente atractiva naturaleza de los hombres gato y la falta de material de reproducción felino han convertido a los homínidos en la raza predominante hoy en día.

Homínidos son aquellos que nacen de humanos, hijos de Parentela, pero nacidos Bastet, aunque sus padres pueden o no conocer la presencia del gato en su árbol genealógico. Puede incluso que la Sangre Bastet entroncara con la familia hace generaciones y sólo ahora, con el nacimiento del descendiente saliera de nuevo a la luz el Don de Selene.

En cualquier caso tu forma original fue un verdadero misterio hasta tu adolescencia. Hasta entonces sólo notabas el rechazo en los ojos de los demás, que presentían al aún escondido depredador de otras épocas que habitaba en ti y a la Rabia durmiente, pero cada vez mayor que palpitaba en tu corazón. Entonces, cuando la Rabia creció lentamente hasta ocupar todo tu corazón, sucede lo que te pasó a ti, que abres los ojos a un mundo diferente al que tú creías, un mundo que les asusta y que les teme. Como Bastet, la sociedad humana puede volverse extraña y ajena, ahora que conoces tu verdadera naturaleza.

Poco saben los homínidos de los espíritus que les rodean antes de su cambio y no llegan a aceptar su nueva condición, sintiéndose aún humanos y actuando como tales. Pero para muchos los humanos son el cáncer de Gaia, y en parte tienen razón. Muchos de los nuestros les odian por eso, sobre todo los felinos, que han sido diezmados a causa del crecimiento de los "monos". Ellos están mas cerca de Selene y del espíritu salvaje de los Bastet que tú, criado entre las telarañas de la Tejedora y separado del mundo espiritual.

Aunque al principio los homínidos son los más débiles de las tres razas, pues sus sentidos son obtusos según los baremos de la sociedad Bastet, con tiempo y experiencia aprenderás el camino de Selene y a ser más fuerte y mejor. De tu lado estará el hecho que puedes relacionarte mejor que cualquiera con los Hijos de la Tejedora, pues una vez fuiste parte de ellos, y eres tú, homínido, el que puedes ver realmente, que el camino de Selene lo hacen los humanos, y que apartarse de ellos es un error. Debes aprender de las sendas que cruces, de los espíritus con los que converses o de aquellos que no tiene reparo en burlarse de ti. Pero al menos no debes aprender la parte del mundo que más difícil resulta: la de los humanos. No debes escuchar a los cachorros felinos que te insulten por tu condición, y te llamen mono. Debes alzar tu cabeza y descubrir secretos por Selene. Por que esa es la misión de todos los Bastet. Tu misión.

Como resultado de su escasa conexión inicial con Selene, pueden manipular plata en forma homínido sin sufrir penalizaciones a la Gnosis.