Tras el incidente con los vampiros que secuestraron a Pam, la amiga de Julia, Verónica informa a Julia y Brisa del Sur que deben ir a detener al Príncipe de L.A. por los estragos que ha estado provocando. De forma brillante, Julia y Brisa consiguen destruirlo, pero el fetiche que Julia usó para adoptar la apariencia de otra persona quedó ligado a su espíritu impidiendo que recuperara su aspecto original. Verónica les habla de un metis que puede ayudarle haciendo un ritual, pero a cambio, este les pide que capturen unas criaturas que se le habían escapado. Finalmente Julia consigue recuperar su cara con ayuda de Brisa y regresan a casa habiendo logrado cumplir los objetivos que se les habían impuesto.