Allison es secuestrada por un grupo de personas de metas desconocidas. Su primo también es secuestrado y son encerrados en unas mazmorras oscuras y húmedas. Tras ver como se llevan a su primo, cae en la desesperación y se resigna a morir. Cuando vienen a por ella, ni siquiera presenta resistencia. La llevan a una mansión en las afueras de Los Ángeles, decorada con paredes rojas. Dentro de la mansión ve el cuerpo de su primo transformado en un instrumento de viento por cirugía maligna. Su tío, Benedict Vaughan, le propone unirse en una macabra alianza con vampiros Tzimisce con el único objetivo de arrebatar el túmulo a los Moradores del Cristal y devolver la gloria a los Colmillos Plateados. Impresionada, regresa a su casa e intenta olvidar todo lo sucedido.

Mientras tanto, el resto de la Delegación Oeste recibe con pesadumbre la muerte del anciano Parentela Uktena y deciden matar a todos los Equinus, pues han capturado uno y no responden a estímulos humanos.

Allison se une a la manada, ocultando lo que le ha pasado. Gracias al descubrimiento de Julia de la mujer del Cedar's Sinai Hospital, deciden hablar con ella y sacarle información. Por el día, el doctor que atiende a la mujer estorba su investigación. Pero Allison decide infiltrarse por la noche y hablar con la mujer, llamada Terrese, a solas. Tras colarse por la Umbra, consiguen por fin hablar con la mujer y sonsacarle la información de los Equinus: los hombres caballo están llevando carne humana a una sima maldita en Los Angeles National Forest para alimentar a una criatura del Wyrm. Aparte, conocen la historia de Terrese, que fue atacada por un Garou de la Justicia Metálica cuando éste tuvo su primer cambio. En el ataque, ella perdió a su marido y a su hijo, y ahora está encerrada en la institución médica por alguien importante de la Justicia Metálica.

Tras elaborar un plan, deciden ir a Los Angeles National Forest a enfrentarse al líder de los Equinus, pero Verónica les dice que Nazya ya ha llegado a esa conclusión y que están yendo al lugar designado. Un aura de frustración rodea a los Ángeles de Gaia...